jueves, 29 de noviembre de 2012

Sueño de muerte


Lagrimas que agotan mi alma pero no eliminan peso del sufrimiento que la vida nos regala.
Toda y cada una de las noches que pase sin ti, desde aquel momento en el que decidiste irte para no volver… todas y cada una de ellas forman la pesadilla que es mi vida…
Las lagrimas no ayudan, el sueño no llega y cuando lo hace esta llenos de imágenes de tu despedida y de la de ella. Ya no duermo, no como, no respiro, no vivo… mi vida y mi alma se ha roto en miles de pequeños trozos desapareciendo en cada una de las miles de lágrimas que por mis mejillas resbalaron.
Sinceramente no se si en mi cuerpo hay vida, alma o algún resto de lo que era en aquellos momentos. Llevo semanas sin ver la luz del sol, no hay nada que me invite a salir, a vivir…
En estos momentos solo me queda esperar, esperar a que la muerte me lleve en sus alas negras para reunirme contigo, para estar de nuevo junto a ti y junto a ella…
¿Por qué os tuvisteis que ir los dos? No entiendo el motivo, no entiendo que he hecho en esta vida para que el mismo día que se reunía a nuestra vida un ángel de amor, muera el ángel y con él, el amor…

Mi mente, mi alma, mi corazón, mi cuerpo no soportaran mas esta vana existencia de vacío, soledad y oscuridad a la cual me he entregado voluntariamente.
Si pudiera hacer algo… ¡lo que sea!... cualquier cosa por estar juntos otra vez…  pero no tengo nada que entregar, nada que pueda hacer para haceros regresar. Si existiera la forma de volver al pasado y evitar… borrar aquel día de la existencia, que nunca hubiera existido, que nunca hubiera…
Nunca creí en dios, pero en estos momentos desearía poder llamarlo… daría lo que fuera por hacer desaparecer lo ocurrido, mi alma… mi alma que ahora nada segueta a todas aquellas lagrimas que ahora inundan muestro salón.
No hay luz… no hay agua… hace semana que las cortaron… solo espero mi final con absoluta y total agonía.
A cada latido mi corazón se encoge un poco mas por el dolor abrumador… mis gritos inundan el silencio…
Si aun me quedara el valor suficiente para acabar con este dolor… pero no puedo llegar a hacer algo que sé que él nunca me hubiera permitido… aun así tampoco hago nada para continuar mi vida… aunque sé que esta desapareció en el momento exacto q la de ellos dos volaron…
Nadie se percató de mi inexistencia… nadie vino a buscarme… a nadie le importaba…
Mi vida no tenía sentido, no tenia sentido sin él, sin ella,…
Por los agujeros de las persianas podía ver pasar los días… hacia poco había vuelto a ve las luces del amanecer… sin embargo hacia horas que era incapaz de ver absolutamente nada… mi vista había desaparecido, mi cuerpo había comenzado a apagar cada uno de los procesos que me mantenían en esta cárcel de dolor. Estaba esperando ya a la muerte con cierta satisfacción, no deseaba la vida, no deseaba el mundo…
No sentía las manos, ni los pies. No sentía mi rostro, no sentía nada de los restos que era mi cuerpo…
Un peso asfixiante oprimía mi mente  y mi alma. Una basta oscuridad me engullía lo que quedaba de mí. Sentía el peso de la vida y de la muerte unida sobre mí.
La oscuridad me llevaba a lo que parecía un dulce y calmado sueño… sueño que abrace con gloriosa satisfacción.
Sueño que se llevo mi vida…

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